El proceso que realizamos no es en el clásico proceso de tinas para adherir metal sobre metal, sino que es un proceso novedoso de pintura en la cual se aplica una base de cromo sobre cualquier superficie pintable, incluso vinil flexible. Podemos cromar prácticamente cualquier superficie y material teniendo la posibilidad de adicionar una tonalidad de casi cualquier color deseado al cromo. Este material aguanta hasta 100 grados centígrados, por lo que puede colocarse en tapas de puntería, piezas automotrices, plásticos, tanques y salpicaderas de motocicleta,  piezas de ornamento, materiales que no tengan que derretirse por aplicar el acabado como tableros y accesorios para un sin fin de posibilidades. No necesariamente tiene que ser una pieza del mundo motor, también recibimos proyectos de arquitectura y diseño, que en escuelas quieran presentar algo realmente especial. ¿Te imaginas un casco cromado con logos y aerografía, ó una restauración de piezas vintage de plástico o metal cromadas?, aquí todo ello es posible.